Inteligencia colectiva para innovar
El artículo responde a esta curiosa pregunta: ¿Por qué los tecnólogos deberían hacer un doctorado en humanidades? Y para eso cuenta la experiencia del autor, experto en inteligencia artificial, cuando se decidió a estudiar un doctorado en Filosofía.
Describe las principales diferencias que existen entre el diseño tradicional, que denominan “diseño afirmativo” (y con el que se asocia el Design Thinking), y el llamado “diseño crítico o especulativo” que busca generar debate y polémica para explorar nuevas implicaciones.
Para innovar hay que desorganizar. Frente a tanto orden y respeto por lo establecido y los valores impuestos por determinadas instituciones, el autor invita a desorganizar, y a experimentar la fuerza que mana de la inestabilidad y del fomento de la discrepancia sin cuartel.
Las Escuelas de Negocios están necesitando una revisión profunda de su modelo educativo, y son un buen ejemplo de incongruencia respecto de la “gestión del cambio” que ellas mismas aconsejan a las empresas desde sus aulas. Una de sus grandes asignaturas pendientes es redefinir el concepto de “éxito” en el ámbito empresarial.
Vivimos un déficit estructural de valores en las prácticas de liderazgo. La educación de directivo/as necesita enriquecerse de otras miradas y concebirse desde una perspectiva integral que defienda la generación de valor a largo plazo y un marco ético de relaciones. Las humanidades pueden ayudar a cultivar el pensamiento crítico y la imaginación, entre otras bondades.
“Manifiesto Crowd: la empresa y la inteligencia de las multitudes” es un interesante libro que revisa el papel que juegan las comunidades en el co-diseño y despliegue de nuevos modelos de innovación basados en lógicas de colaboración e inteligencia colectiva.
A pesar de las críticas que está recibiendo el Design Thinking, el autor prefiere rescatar sus aportaciones a la gestión y el pensamiento estratégico, y cómo puede ayudar a resolver problemas en innovación y otros campos.